Sunday, July 20, 2014

Cristina Mamani, presidenta del Consejo de la Magistratura “¿Por qué no cambió la justicia? Porque sólo se cambió las cabezas”

La presidenta del Consejo de la Magistratura, Cristina Mamani, dice que el Órgano Judicial ha heredado muchos problemas. Cita la retardación de justicia y la corrupción como los principales. Sin embargo, no cree que la falla esté en la reforma emprendida por el actual Gobierno, con la elección judicial como buque insignia, sino en cuestiones estructurales y en la falta de apoyo por parte del Estado.
"¿Por qué no cambió la justicia?”, se pregunta. "Porque sólo se cambió a las cabezas del Órgano. Cuando dijeron, polleras y ponchos no sirven, no es que no sirvan, sino ¿cuántos que están ahí son indígenas? Los indígenas somos tres o cuatro. No somos muchos”, responde en alusión a una crítica que provino del propio presidente Evo Morales.
"Es que no hay acompañamiento estructural, porque no hubo una revolución”, sostiene. "No tenemos apoyo”, remata.
Páginas Siete - El tema de la corrupción parece ser el problema más grave de la justicia boliviana. Las denuncias son permanentes, inclusive dentro del propio Consejo de la Magistratura. ¿Qué está pasando en la justicia para que se dé esta situación?
El tema es muy difícil de responder. ¿Qué está pasando? La verdad es que no logro entender. No sé si es necesario un cambio de actitud de las personas, de quienes quieren aprovechar el cargo para hacerse ricos. Deberíamos tener conciencia, cada autoridad, en todos los ámbitos, no sólo en el Órgano Judicial. Debería ser un compromiso con uno mismo, con la conciencia, a partir de la moral que uno tiene, para poder controlar al resto de las autoridades, especialmente las autoridades electas, porque no nos debemos a nadie sino al pueblo que nos ha elegido. Estamos cumpliendo un mandato del pueblo que nos ha dado esta oportunidad de luchar contra estos males, pero lamentablemente no tenemos apoyo. Usted acaba de mencionar que en el mismo Consejo, sin ir lejos, se da esta situación que daña a la imagen institucional. Por supuesto, en su momento hemos sido criticados. Nos han dicho: ahí están las autoridades electas, están peor que antes. Creo que no. Las denuncias en el Consejo de la Magistratura son para cortar de raíz, no para destituir simplemente, sino para que se sancione penalmente a los autores del hecho. Deberíamos luchar contra la corrupción todos, absolutamente todos, desde las autoridades hasta las personas de a pie. Tiene que haber ese cambio, de querer a tu país, que no esté en el ranking como el país más corrupto.
Muchos pensaban que con la elección de los miembros del Órgano Judicial se superarían muchos de estos problemas, pero no ha sido así. ¿Usted cree que el cambio de sistema ha ayudado en algo?
Por supuesto que sí. Yo nunca podría haber llegado a este cargo si no era por elección popular, no hubiera llegado a este puesto porque había discriminación por el apellido, pero a partir de la nueva Constitución Política del Estado que incluye a todos, reconoce a todos a sola condición de seres humanos, hemos tenido esta posibilidad de acceder a los altos cargos. Eso también hace que se abra la posibilidad a otros funcionarios. Antes la elección de los magistrados, de los ministros de la Suprema, era bajo cuoteo político, tenías que tener padrinos de una tienda política o tenias que pagar. Esto se ha superado ahora. ¿Por qué no cambió la justicia? Porque sólo se cambió a las cabezas del Órgano. Cuando dijeron, pollera y ponchos no sirven, no es que no sirvan, sino ¿cuántos que están ahí son indígenas? Los indígenas somos tres o cuatro. No somos muchos.
Fue el Presidente quien dijo "en vano incorporamos poncho, pollera y sobrero, porque no cambia nada….”
Está bien, pero no es así; que no sirvan. Hemos apostado por ponchos, polleras, pero no hay cambio en la justicia. Es que no hay acompañamiento estructural, porque no hubo una revolución, como se dio en el Ecuador, por ejemplo. Con voluntad política en el Ecuador se cambió a un 50% del personal.
Entonces, si falta acompañamiento, ¿Ustedes se sienten abandonados, incluso del propio Ejecutivo después de la elección?
Claro, porque no tenemos apoyo. Nosotros teníamos que respetar las listas del anterior sistema, teníamos que designar solamente de esas. La ley establece que debemos cambiar de jueces de instrucción, de jueces de partido, pero si no tienes normas, no tienes códigos procesales, cómo yo convierto sin la ley al juez de instrucción en juez público. No hay mecanismos para acompañar eso. Hubiera sido ideal que se cumpla el plazo de dos años que otorga la Constitución Política del Estado para que todas las normas se adecuen a esta nueva Constitución. Hubiéramos tenido cambios. Apenas el año pasado se ha promulgado el Código Procesal Civil, en noviembre. Nos da ocho meses para implementarlo y estamos trabajando en ello. Vamos a implementarlo a pesar de que el TGN no nos dio ningún recurso adicional. Estamos trabajando con los que tenemos. Si hubiera normas, habría cambios, cambiaríamos a todas las autoridades, quizá apostar por gente joven. Estas situaciones no te dejan cambiar. Ahora, con este primer código, por supuesto podemos cambiar. Se va a cambiar una gran cosa, yo creo que sí, de un sistema escrito se va a pasar a un sistema oral. Las audiencias van a ser orales, van a discutir ahí sus pruebas de cargo y descargo. Se eliminará el papeleo. En un primer memorial se presentará la demanda adjuntando todas las pruebas testificales, documentales, inspecciones, juramentos; todo tiene un plazo de un mes. El demandado responderá el día 20, 29 o 30. El juez va a señalar una audiencia para resolver la controversia. Ya no va a haber necesidad de darle 40 días al juez, como es actualmente, para pronunciar su sentencia. Otro tema que vamos a implementar es la audiencia de conciliación. Vamos a los conciliadores, que son profesionales del área social humanística; y es una gran oportunidad para que estos profesionales vuelvan a su comunidad, a su municipio, a servir a su pueblo.
La elección de los miembros del Poder Judicial ha sido muy criticada, sobre todo a partir del elevado porcentaje de votos nulos y blancos, que han sido mayoría. ¿Qué haría Usted para mejorar las elecciones judiciales? Si bien es cierto que antes había un cuoteo político, como usted dice, ahora la elección también dependió de un solo partido, porque el partido mayoritario eligió en el Parlamento a los candidatos.
La oposición no ha estado de acuerdo, no es que no ha tenido oportunidad, no le ha dado la gana de presentar candidatos. Ellos tuvieron la misma oportunidad porque la convocatoria fue pública y podían haber presentado. Yo no soy del MAS, no fui candidata del MAS. Teníamos que cumplir los requisitos y acreditar que no somos de ningún partido político, que lo hemos acreditado, por lo menos yo he acreditado que nunca he trabajado con ningún partido político. Que te ha seleccionado la Asamblea Legislativa, sí. Teníamos que presentar nuestra trayectoria en una presentación pública. Creo que fue un pretexto de la oposición decir que teníamos que ser gente allegada al MAS. La convocatoria ha sido amplia y abierta a sola condición de que uno se postule y cumpla todo los requisitos. Yo me presenté sola, no me presente con el apoyo de las organizaciones sociales, como hicieron algunos candidatos. La ley prevé que puedes ser promocionado por agrupaciones y organizaciones sociales, pero yo me he presentado sola, sin apoyo de ninguna organización porque yo cumplía los requisitos.
Siempre se dice que la crisis del sistema judicial en Bolivia obedece a su dependencia del Órgano Ejecutivo…
Yo, honestamente, en este caso, le puedo decir: nosotros no tenemos esa dependencia. Se les dijo a los jueces, a los vocales, que si es que hubiera alguna injerencia de alguno partido o de algunas situación, que la denuncie…
El magistrado Gualberto Cusi ha dicho que hay injerencia del Órgano Ejecutivo…

Seguramente él tendrá sus motivos, pero habría que ver en qué caso hubo. A los jueces les manifestamos que ejerzan su independencia porque hay independencia de poderes. Otra cosa es que tiene que haber coordinación y cooperación, que está en la misma Constitución, pero injerencia, decir: quiero que haga esto mañana o quiero que destituya a este juez pasado, no tenemos absolutamente. Nosotros tenemos independencia. Nosotros no damos línea. Nunca le hemos pedido a un juez, a un vocal, por alguien o por alguna organización o por algún detenido. Siempre se les ha dicho a los jueces que fallen de acuerdo a la Constitución, de acuerdo al procedimiento, de acuerdo a las pruebas y de acuerdo a su leal saber y conocer. No podemos torcer la ley.

"Los jueces entran sanos, en el camino se corrompen. ¿Quién tiene la culpa?”
"Los jueces entran sanos, en el camino se corrompen. ¿Quién tiene la culpa? El que ofrece plata”, dice Cristina Mamani, pero admite que la lucha contra la corrupción es la asignatura pendiente de la justicia. Sin embargo, matiza la gravedad del problema al afirmar que la corrupción "no es de todos, sino de algunos malos funcionarios”.
"Por eso pedimos a la población que nos haga conocer todos los casos, que no se dejen sorprender con cobros irregulares. No faltan vivos que incluso utilizan mi nombre. Dicen: yo tengo contacto con la presidenta, yo le voy a hablar y sonsacan. Es una red de extorsión”, afirma tras recordar que hay 14 funcionarios destituidos, incluidos dos jueces, por corrupción.
La magistrada sostiene que "la lucha contra la corrupción es una cruzada conjunta entre personas e instituciones, pero al mismo tiempo cree que es un tema de conciencia y educación ciudadana. "Debemos cumplir nuestros tramites dentro del plazo porque el boliviano está acostumbrado a dejar todo para el último minuto; entonces van donde el funcionario y le dicen le voy a pagar sácamelo. Se mal acostumbran a los funcionarios”.
Mamani dijo sentirse decepcionada por las acusaciones de las que fue víctima. "Son calumnias que te inventan porque afectaste algún interés”, afirmó.

La retardación de justicia, problema número uno

Cristina Mamani anota en el deber del nuevo Órgano Judicial el problema de la retardación de justicia, pero inscribe en el haber el aumento del número de jueces. "Para una población de 10 millones de habitantes, hemos recibido unos 700 jueces, pero en la gestión 2012-13 hemos logrado crear 98 juzgados a nivel nacional, 88 en materia ordinaria y 10 en materia agraria”, con recursos del Tesoro General de la Nación (TGN) y de los desaparecidos bonos Pantaleón Dalence.
"Creamos mayor cantidad de jueces justamente para evitar el problema de la retardación de justicia. El pueblo reclama que hay retardación de justicia, sobre todo; corrupción, sí, pero quizá no tanto”, dice la magistrada al abordar el tema.
"Los jueces dicen que es humanamente imposible sacar los procesos dentro de los plazos establecidos, porque, por ejemplo, si hace dos o tres años, un juez laboral recibía 500 procesos anuales, hoy tiene 2.000 por año”, grafica.
También anota como otro tema positivo de su gestión la desconcentración de las oficinas del Registro de Derechos Reales, al haber incrementado su número de 32 a 42 desde 2012.

No hubo cambio en la justicia porque no hay acompañamiento, porque no hubo revolución.

"La corrupción en la justicia boliviana no es de todos, sino de algunos malos funcionarios”.

"No hay injerencia del Poder Ejecutivo. Nosotros tenemos independencia. No damos línea”.

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