La primera denuncia conocida contra el exfiscal Humberto Quispe data de febrero de 2011: lo acusaron por peculado. Desde entonces se incrementaron a más de 30 y los delitos se diversificaron.
Comenzaron los procesos, los rechazos y las dilaciones. Las supuestas víctimas manifestaron que el funcionario "es de peso” y que "sus influencias” en la Policía, la Fiscalía y hasta en el Gobierno lo mantienen a salvo.
Fue por eso que cuatro años después, el pasado 12 de marzo, Félix Ugarte, el suplente de la exfiscal departamental Patricia Santos, instruyó la conformación de una comisión de fiscales para investigar si Quispe realmente utiliza "sus influencias” para evitar que prosperen los procesos en su contra.
"Se designa en comisión a los doctores Edwin Blanco, Marco Antonio Vargas y Conrad Vidangos dentro del proceso penal seguido contra Humberto Quispe por la presunta comisión del delito de uso indebido de influencias, quienes ejercerán la co-dirección funcional y actuarán conjunta o indistintamente”, ordenó Ugarte.
Fue el resultado de una larga lucha para las víctimas de Quispe (destituido el 4 de febrero): Carmiña Luna, Mario Gutiérrez, Gloria Carrasco, José Luis Cuenca, Víctor Vargas, entre otros.
Inicialmente el caso había recaído en el fiscal Gregorio Blanco, pero surgió la preocupación porque quienes investigaban al exfiscal eran "excompañeros de trabajo y amigos de éste”, escribieron los denunciantes. Así que no podía ser un solo fiscal el encargado de descubrir el supuesto uso indebido de influencias.
Quienes relataron el modo en que Quispe influye en sus excompañeros de trabajo hablaron sobre las citaciones y recepción de declaraciones a conveniencia del denunciado o el hecho de que no se realicen actos investigativos "con un sinfín de excusas y pretextos”, sostienen en una carta.
O aquella vez, un 27 de febrero, cuando Quispe, ya destituido, llevó a una abogada a un domicilio donde compartía con otros fiscales y policías sólo para advertirle: "Tu estás viendo, acá están de la FELCC, de Inteligencia, esto es una familia y nos protegemos entre nosotros”.
Los denunciantes sostienen que el exfiscal trabajó estrechamente con efectivos del Grupo de Investigaciones de Casos Especiales (GICE) y que tiene incluso protección en el Gobierno.
Hasta el momento, el trabajo de la comisión se centró en tomar las declaraciones de las supuestas víctimas, seis personas al menos. Mientras tanto Quispe espera ser notificado. Dijo desconocer la conformación de una comisión para investigarlo, pero que de ser necesario se someterá a cualquier pericia y defenderá su inocencia ante cualquiera.
"Así la comisión la conformen 7.000 fiscales no pueden procesarme por delitos por los que ya fui juzgado”, sostiene mostrando una resolución de rechazo a una denuncia en su contra por uso indebido de influencias. "Ve, es el mismo delito”.
Asegura que los que lo acusan no probaron nada. "Aunque debería primar el principio de inocencia, tengo que ser yo el que demuestre que no soy culpable. Si rechazan sus denuncias es que no hay delito, no pueden inventarse”. Algunos de los procesados por Quispe fueron sobreseídos, no se halló pruebas en su contra.
Las víctimas
Carmiña Luna Ríos , abogada
"Ahora tenemos esperanza ”
La comisión la hicieron porque se estableció la gravedad de los hechos. Tenemos la esperanza de que ahora se investigue con transparencia, porque en los procesos individuales que tenemos hay fiscales de materia que apoyan a Quispe. Hay casos en los que se excusan los fiscales y los procesos de esa manera se interrumpen y no avanzan.
Mario Gutiérrez CHOQUE, joyero
"Aún no tenemos confianza"
No hay la certeza de que la comisión investigue directamente. En mi caso continúan los rechazos y las protecciones hacia Quispe. El investigador no quiere atenderme, no quiere coordinar conmigo. No tenemos esa confianza todavía. Cuando nosotros tengamos esa certeza de que se investiga, que avanza, entonces estaremos más conformes.
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