El Centro de Rehabilitación Qalauma trabaja bajo un programa de “Justicia Restaurativa” que permite que los internos puedan ser reinsertados a la sociedad y así evitar que continúen cometiendo diferentes tipos de delitos.
El recinto está dividido en tres programas. El primero es el sector de Acogida, donde ingresan los jóvenes que son remitidos por primera vez a este centro y deben permanecer dos meses para habituarse, antes de ingresar al segundo de estos sectores conocido como la “Pre-comunidad” y finalmente al área de “Comunidad”, donde se ejecutan los diferentes talleres.
Actualmente, esta entidad alberga a 140 jóvenes de los cuales, 11 son mujeres. Solo el 10% de ellos tiene sentencia, mientras que el restante está privado de su libertad de forma preventiva. Ellos y ellas reciben visitas o a sus familiares una vez por semana, con un tiempo reducido de dos horas y media.
Por norma judicial, al interior de Qalauma se encuentran menores infractores desde los 14 años de edad y solo pueden permanecer en el lugar hasta cumplir los 24, para luego ser remitidos al penal de San Pedro en La Paz.
Como parte del reglamento de la entidad, los internos tienen diferentes obligaciones, como la limpieza del sector que habitan, además de la posibilidad de acceder a diferentes talleres, como panadería, agricultura y otros, lo que también les permite acopiar recursos extras para sus diferentes gastos.
RAP DE QALAUMA
En el centro penitenciario, tres jóvenes participan de la composición e interpretación de dos de los temas más cotizados por los privados de libertad, “Voy a salir” y “Reparemos el daño cometido”, haciendo referencia de que anhelan la aplicación de una justicia restaurativa, que tenga como finalidad restablecer el daño generado no sólo a la víctima, sino a la sociedad.
Mientras ellos cantan sobre un escenario improvisado, cubierto por un techo de lona, los cerca de 70 compañeros, además de un grupo de visitantes, son parte de los espectadores a quienes les contagia el ritmo y observan que Qalauma responde al idea de un centro de rehabilitación y no una cárcel.
Para Abram Colque, Justicia Restaurativa es la única experiencia que fue aplicada en el Centro de Rehabilitación de Qalauma, desde 2013 con la participación de 30 jóvenes, de los cuales 10 se encontraron con sus víctimas, para conocer el valor del daño logrado no solo a la persona sino al entorno de esta.
“El daño incluso se amplía a la familia de los propios agresores, aspecto que ellos no se dieron cuenta, hasta quedar detenidos de manera preventiva. Por lo tanto, surge un daño social para ambos entornos; el impacto de un hecho delictivo es mucho más grande que el hecho por sí solo”, detalló Colque.
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