Thursday, June 1, 2017

Cae funcionario que extorsionó a jueza para darle documentos

El pasado martes por la mañana Ramiro Paredes, oficial de notificación del Colegio de Abogados de La Paz, fue aprehendido en la oficina de la jueza Claudia Castro con 600 bolivianos en mano.

Acababa de extorsionar a esa autoridad, según ella, para darle los papeles de un proceso disciplinario contra ella.

Castro había alertado a la Policía que sería extorsionada, pues un día antes el notificador la visitó para avisarle que si quería los documentos de su caso debía darle 1.000 bolivianos que irían a parar al tribunal de honor donde él trabajaba. "Esa mañana la Policía lo encontró en flagrancia portando el dinero que me pidió y los documentos con los que me extorsionaba a nombre del tribunal del Colegio de Abogados”, explicó la jueza.

En 2014 Castro fue procesada en la vía disciplinaria porque supuestamente cometió una falta ética. La acusaron de que después de ser fiscal en un proceso penal se convirtió en abogada de una de las partes. Tres años después se emitió la resolución de sanción que determina suspenderla del ejercicio de la abogacía por dos años, con lo que no podría ejercer su actual cargo.

La jueza dijo que las acusaciones en su contra son falsas y que, además, en 2013 dejó de ser parte del Colegio de Abogados con lo que no podía ser procesada por esta institución.

Asimismo, resaltó que nunca la notificaron con el inicio del proceso ni con otro acto posterior al mismo y directamente fueron a darle la resolución, y cuando ella pidió la documentación para revisarla, Paredes le pidió los 1.000 bolivianos que supuestamente serían para Marwel Flores y Ricardo Velásquez, vocales en el tribunal de honor.

El presidente del Colegio de Abogados de La Paz, Israel Centellas, indicó ayer que esto no tiene mucho sentido, ya que Flores y Velásquez dejaron de ser vocales hace varios días. Los que ingresaron en su reemplazo revisarán el proceso disciplinario de Castro para aplicar lo que corresponde. Mientras que Paredes, que trabajó al menos 15 años en la institución colegiada, fue destituido.

El abogado del imputado, Boris Espinoza, explicó que su cliente en realidad fue víctima de un montaje. Lo que él hizo fue ir a dejarle las fotocopias que Castro le había pedido y sólo recibió 100 bolivianos como pago de lo que había gastado en ellas. "Pero no había sido 100, ella lo puso en su agenda y lo aplastó evitando que mi cliente vea cuánto le pagó por las fotocopias. Cuando sale del juzgado lo hallan con los 600”.

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